viernes, 15 de enero de 2010
Caracas-Venezuela - 15 de enero
Voy al Palcio de Gobernación. Me dijo Henry que hoy hay un informe de gobierno, se junta gente chavista en la Plaza donde llega el Presidente a contarle al pueblo.
Ayer fui a la Universidad de Caracas. El campus es muy amplio y las actividades diversas, además de lo académico, las bibliotecas, los laboratorios, hay gente por todos lados desarrollando alguna actividad cultural. La cultura florece en Caracas como un estallido primaveral. La importancia que este gobierno ha dado al arte y a la cultura se manifiesta en cada cuadra desde la Sabana Grande donde me alojo y todo a lo largo de la ciudad. Murales y mosaicos en los muros, parques enormes con cientos de parejas enfrentadas en partidas de ajedrez.
Ayer visité el Museo de Bellas Artes, la Galería Nacional, la Cinematéca Nacional, el Mercado La Hoyada y el Nuevo Circo de Caracas.
Todas las personas con las que hablo de ofrecer mis servicios en lo que pudiera ser útil al proceso bolivariano me dicen que sí, con alegrí y convicción, pero debo esperar a que haya algo.
Tendré que seguir viaje, mientras sigo esperando una respuesta concreta. No puedo quedarme detenida en Venezuela. Necesito regresar a México lo antes posible para solucionar contratiempos que me quitan el sueño seriamente, necesito llegar antes a Argentina, "con mi casa entera como una rama encendida". Necesito seguir viaje, volando. El cruce del Darién hizo pedazos mi plan, el "muro" de la maratón me paralizó y me está costando recuperarme, a pesar de estar en esta tierra que soñaba conocer en estos momentos de su historia.
No podré continuar por Brasil ni cruzar el Amazonas en una barcaza, necesito regresar a Colombia, cruzar a Ecuador, bajar por el oeste. Es una idea que también me da vueltas. Me cuesta tomar una decisión, ver claro qué es lo mejor en esta mañana nublada de enero. Me gratifica tener agua caliente y una terraza donde sentarme a tomar mates y a lo mejor ser capaz de descifrar la respuesta del viento.
Ahora salgo a la Asamblea y de ahí a Miraflores. Y después les cuento.
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