martes, 5 de enero de 2010

Autita nerede? Síííí! Ahí está! Cartagena de Indias-Colombia - 5 de enero



















Al fin. Autita en "parqueadero" a la vuelta del hotel.
Recuperar un auto embarcado en Cartagena es inhumano. Se necesitan dos días. Cada paso es generar un formulario, una base de datos, una colilla, un link. Cada generación requiere dos horas y pasar por varias oficinas o ventanillas para ser selladas. Algunas de estas oficinas están en Manga, a 20 minutos caminando del centro. Otras están en Contacar, barrio Mamonal, a 15 minutos en vehículo de Manga.
En Contacar, todo se paga. Los días de almacenaje son 3, siempre, no importa lo que diga la naviera en cuestión. La gente del puerto me aseguró que son 3 y corridos, si hubo feriados en el medio, mala leche, hay que pagar igual.
Haciendo historia. Tuve que entregar el auto en Puerto Colón el día 21 de diciembre. Dejé la llave pegada en la puerta. El auto sería embarcado fuera de contenedor. LO-LO. Más barato. Para mí accesible, dentro de mis posibilidades. El barco saldría el 23 y yo tendría tiempo porque me habían dicho que había 5 días gratis de almacenaje en Puerto de Cartagena.
El 23 me informan que el barco se atrasó y saldrá el 27. Me parece bien, porque es el mismo día que sale mi vuelo a Tubalá y así no corro riesgos de pagar alamacenaje si las lanchas se demoran.
Llego a Cartagena el 28 y me informan que el barco se rompió y va a haber otro para el día 29. Este barco carga al final mi auto, dentro de contenedor y el barco llega el día 31.
El 31 intento empezar el trámite pero ya se vive el fin de año y no se puede adelanbtar nada. El primero de año, menos. El sábado 2, la DIAM (aduana)en Manga, no trabaja, pero el puerto sí. El domingo 3 no.
Cuando el lunes 4, reclamo los días que se me cobrarán de almacenaje por los feriados, la secretaria me dice que el puerto trabajó el 2. Yo le retruco que la DIAM, que es lo primero que hacer no. Le explico a la chica que así las cosas, está mal coordinado, mal organizado, que hay que cambiarlo para que a los que les toque pasar en otro momento por situaciones similares no pasen por los mismos problemas que yo. No puede ser que se cobre almacenaje cuando hay más de 3 días consecutivos que son feriados, no puede ser que se pretenda trabajr en puerto ingresando mercadería a Cartagena si la aduana va a estar cerrada. Es que no tiene sentido. La secretaria, cándida, me dice "siempre hemos trabajdo así" y a mi me salió del alma decirle "pero... entonces... son todos tarados". Medio con tono de pregunta.
Para esto ya vengo con problemas.
Ayer, lunes, antes de las 8 de la mañana ya estaba en la puerta del Citibank del centro para pagar los 65 dólares a nombre de Caribbean American Shipping. Pago. Voy a la DIAM. Entrego alegremente las primeras copias del B.L, pasaporte primera hoja y hoja del sello de entrada a Colombia, tarjeta de circulación.
En todo momento entregué copias, siempre. En ningún momento, nadie, me solicitó un solo original. Ni uno. Me di cuenta que lo que importa es sacar dinero, mucho dinero. La autenticidad del vehículo, el titular o lo que contiene lo tienen olvidado. Para el caso, mejor. Una cosa menos.
Bien. Continúo.
Con esas copias en la DIAM, van a generar un formulario. Espero 2 horas y media. El lugar es agradable, hay asientos, hay aire acondicionado, está limpio. Me entregan el formulario y me solicitan ir a Contecar -primera vez que escucho el nombre- y buscar a Jesús Martinez para que firme ese documento.
Monto en una moto. Una moto es una moto. No es como el mototaxi o motocar de Cuba o Perú. Es una moto. El pasajero, yo, se sienta atrás del conductor con un casco que el conductor le presta y allá vamos.
En Contecar, pregunto a unas cuantas personas quién será Jesús Martinez, explico por qué lo busco y al final lo ubico. Cuando le doy para que me firme los papeles parece no entender y me dice que tenemos que volver a la DIAM. Volvemos con un amigo de él que nos lleva en coche. Pregunta. Me firma. Me firma el director. Ese papel es la inspección de la aduana. Inspección?? Firmaron sin ver nada.
Con eso tengo que ir a la naviera King Ocean de Caribbean American Shipping, a liberar el B.L. En la naviera me exigen el depósito por posibles daños en el contenedor. Ya había escrito a Evelyn de la naviera Barwil Agencies de Willhem, en Panamá, solicitando me eximan de este depósito y posible pago ya que fue error de ellos poner mi auto en un contenedor cuando debía ir como carga suelta. Me quejo, me enojo, lloro, pero ni siquiera esta receta de las lágrimas Zulema Alarcón funciona. Son inflexibles. Por dos horas esperamos respuesta de Panamá, para saber si van a asumir los gatos que origine el conenedor. Finalmente me prestan el teléfono para llamar a Evelyn y ella me dice que no. Que la decisión de poner el auto en contenedor fue que había temporal, mal tiempo. Y no. No se harán cargo. Le cuelgo mal.
Salgo, corro, vuelo al centro, necesito 200 dólares urgente. Los consigo. Corro y vuelo otra vez a la naviera, en esta oportunidad, en forma rauda, noto cierto respeto por mi tono autoritario al habalr con Evelyn, me facilitan todos los recibos que necesito y liberan el B.L.
Voy rapidísimo a Contecar. Son las 3 de la tarde. Llego con la ilusión de ya tener casi todo el trámite hecho y la secretaria me recibe con la indicación, "muy bien, con todos estos documentos, vamos a INICIAR, le trámite de la base de datos para..."
Ahí, 3 de la tarde, empieza otro largo periplo de recabación de datos, formularios, colillas, sellados, fotocopias, facturación, pagos! Hay que pagar más. 240 dólares por el movimiento en puerto pero al puerto. Ya había pagado 65 a la naviera. Hay que pagar el almacenaje, más 80 dólares de vaciado del contenedor. Me siento agotada, confundida. No me dan los números. Quiero seguir viajando. Yo tenía todo calculado. Yo tenía el presupuesto. Parece que se me acaba el mundo en ese momento, con tantos papeles por llenar, por fotocopiar, por duplicar, generar, pasar por una oficina y por la otra y después esos son para hacer otros y cad vez son dos horas. Estoy tan desesperada y sin saber cómo voy a resolverlo que la miro a la mujer y con lágrimas Zulema Alarcón le digo y pensar que yo estoy cumpliendo el sueño de mi vida, que al fin lo puedo cumplir porque los médicos me dieron tres meses de vida. Ante mi desazón total, la secretaria me da un sermón de lo valioso de estar vivos hoy y de no pensar en la muerte y Dios y la Virgen, pero de omitir un paguito, aunque sea uno solito, ni hablar.
Me dan más formularios, tienen que ser llenados con letra clara, sin enmiendas, ni tachaduras, pero apoyando en la rodilla, porque ahí afuera, aunque está bien el lugar, limpio, fresco, no hay mesas. Hay muchos empleados que miran. No tienen mucho que hacer. Hacen de vez en cuando algo, con una pachorra indiscriptible.
A las 5 de la tarde, me informan que el vaciado de contenedor, siempre, se programa para el día siguiente.
Entre todos los pasos a hacer fui y volví 4 veces de Contecar a la Diam. Regresé al hotel a las 8 de la noche, previo comprar verduras para hacer una ensalada y acompañar el pesacdo sabrosísimo que hiz Norman.
El día de hoy, 5, fue casi igual hasta las 4.10 de la tarde, hora en la que al final pude sacar el auto del puerto. Estoy my feliz por esto. Como una parturienta, cuyo dolor, al ver asomar la cabecita del hijo amado, se termina. Es más, la hija autita vino con un raspón adicional, una manchita de nacimiento, y sin la llave; por suerte tenía un duplicado en la mochila en el hotel, y moto viene, moto va, pudieron sacarla del contenedor. El contenedor tenía el techo roto, así que el temporal funiculí funiculá. Por suerte no me hicieron responsable de los agujeros, solamente de limpiar el contenedor y me devolvieron buena parte del depósito de 200 con lo que pude cancelar parte de los otros pagos del puerto.
Muchas veces, cuando quería tener información de otros viajeros, acerca de qué hay que hacer para embarcar y desembarcar un auto entre Panamá y Colombia, ellos normalmente escriben "son tantos pasos que no es posible y sería aburridísimo contarlos". Nadie es capaz de describir, narrar, todo lo que hay que hacer. Por eso digo que es inhumano. Porque a cada ventanilla que a uno lo mandan, hay que esperar, porque cada espera lleva a otra espera y cada espera lleva a otro pago. Es larguísimo y muy caro. De todas maneras tengo toda la onda para ayudar con las respuestas que estén a mi alcance a los que quieran hacerlo. En Panamá pueden contar con la ayuda de Tea, inavluable, aunque en este caso las navieras no resultaron bien, ella conoce a todas y seguramente esta experiencia mía servirá para que evalúen si les conviene o no utilizar los servicios de las que a mí me tocaron. Yo, mientras no exista una ruta en este tapón de mierda, que no son más de 84 km, volvería a cruzarlo, pero en monopatín, en bicicleta... en auto, así, no. Estuve averiguando los barcos que van desde Manaus a Belem o Porto Velho por el Amazonas, demoran entre 4 y 6 días y cuestan con auto y alimentos para el pasajero, mucho menos de la mitad de todo esto. Esto es vergonzoso. Es un robo a cara descubierta.
Hoy estoy tranquila, demás está decir que una de las primeras cosas que hice fue verificar la presencia de la yerba en la conservadora y sí, ahí está! Tengo yerba.
Voy a darme una buena ducha y unos buenos mates.
Abrazos!

1 comentario:

  1. Iujuuuuuuuuuuuuu y adelanteeeeeeee. Autita nerede? jajajajajaja Me dio mucha risa el título.

    Por acá todo bien... a las 50 y pico de páginas de la conquista del pan, notas, frases, ideas en papelitos que se escabuyen entre las páginas. Este libro es como lo anuncia su prólogo, un instructivo de pasos a seguir camino a la utopía. Un libro que renueva las esperanzas, como aquella famosa frase de Galeano que compara la utopía con el horizonte y que es necesario recordar cuando las cosas no van del todo bien.

    Un beso enorme!

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