Cartagena es PRECIOSO. Tengo un problemita con la cámara de fotos. Quisiera ya estar metiendo fotos en el blog para que vean. Casona antiguas, coloniales, llenas de balcones con flores. Plazas enormes con calor y palmeras y de frente a todo esto, barrera cointundente, amplia, impasible, el Mar Caribe. Es muy lindo. Lo primero que se cruzò en mi camino, de forma totalmente inesperada, fue la Casa de Garcìa Marquez. Ni sabìa que tenìa una casa acà y de pronto miro el mapa y oh! Estaba paradita en la esquina de su propia casa. A él no lo vi, pero pude intuirlo detràs de las ventanas. Estaba ahì.
Cambiè de hotel. Estoy en Casa Viena, cuesta menos de 10 dòlares, tengo internet gratis y cocina donde puedo almacenar mercaderìa en la heladera y calentar el agua para el mate. Me queda poca yerba y por acà no tienen ni idea de lo que es el mate, asì que no creo que haya.
Tea me avisò que probablemente el barco sale hoy, sino mañana, asì que me queda poco y voy racionando la latita de yerba que traje conmigo.
En cuanto pueda subo fotos. Los colombianos no son la amabilidad del otro mundo que me habìan pronosticado. Son simpáticos, normales, no sonrìen como los argentinos, ni tienen el semblante bueno de los guatemaltecos o los nicas, ademàs se ve que tienen un hambre, que donde pueden te sacan un peso màs, pero todo bien, de todo se aprende. Las personas del hostal son simpàticas, en la calle màs o menos. La ciudad es pintorezca, colorida, da para caminar y perderse en los callejones. Està lindo. Recorrerè centro y alrededores hasta que llegue mi autita querida y cuando la tenga, sigo viaje, al timón!
martes, 29 de diciembre de 2009
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