dejo mi mail por si alguien necesita algo
e.mail mariataurizano@hotmail.com
escriban directamente ahí
un FUERTE ABRAZO!!!
martes, 16 de marzo de 2010
miércoles, 17 de febrero de 2010
San Pedro-Nota en el periòdico La Opiniòn
GRACIAS por esta nota, es PRECIOSA, GRACIAS por acompañar!!!
http://www.laopinionsemanario.com.ar/?sid=&tpl=noticias&nid=13651&eid=248&t=Informacion%20General
http://www.laopinionsemanario.com.ar/?sid=&tpl=noticias&nid=13651&eid=248&t=Informacion%20General
sábado, 13 de febrero de 2010
San Pedro-La ciudad donde nacì-El hogar- 14 de febrero
Hace dos dìas los carteles de la ruta enumeraron de forma regresiva los kilòmetros para llegar a San Pedro. Lleguè. Llegamos. Llegamos todos, los que fuimos en la autita, el turquito Hasan, algunos miembros de la familia de Coco, el duende del árbol pero sin el árbol, Pinochio, el espíritu de Michel querido, y la propia autita, los que, fugaces en el camino, se despidieron con un abrazo de aliento para no transigir ante las dificultades y seguir andando, los que se bancaron el blog con las buenas y las malas ondas que explotaban de mi alma segùn las circunstancias y entonces, aquellos que no dejaban de escribir para acompañar con palabras cargadas de energìa, de la buena.
Llegamos todos, por ahora hasta San Pedro. GRACIAS!
Fotos de los ùltimos dìas que hasta acà nos trajeron.
jueves, 11 de febrero de 2010
Santiago del Estero- ARGENTINAAAA - 11 de febrero
Si todo va como hasta ahora, mañana a eso de las 6 de la tarde entro a San Pedro. Ni yo que emprendí esto lo puedo creer. Si me pongo a pensar que allá andaba por Honduras o por Panamá y que ahora estoy acà, acà, a màs de 15 mil kilómetros de Guanajuato de donde salì el 31 de octubre. 15 mil y pico de kilómetros que serán 16 mil por cómo marcha el contador, engordados por ese desvío ansiado, obligado y que resultò fructìfero por demàs, llamado Venezuela.
Estoy tan feliz.
Voy en la ruta y no dejo de repetir la frase cèlebre de Jorge, QUÈ PAÌS QUE TENEMOS!!!!! El norte argentino es tan precioso, es una gema en estado natural. El aire huele a palo santo. No pude dejar de parar varias veces hoy en el camino. La Quebrada de Humahuaca, Tucumàn, què lindo està el jardìn de la Repùblica, despuès Termas de Rìo Hondo. Calor que no claudica. Silencio de siesta. Chicharras. Susurro de hojas. Respiro.
Lleguè a Santiago y acampo, en el camping Las Casuarinas, rodeado de parques, árboles.
Hay tres carpas locas contando la mìa. Pasa un muchacho. Nos saludamos. Pregunta obligada "de dònde sos". Respuesta al unìsono "DE SAN PEDROOOOO!!!" No se puede creerrrrrrrrrrrrr. El muchacho se llama Leonel Lòpez Villanueva y estudiò saxo en el conservatorio, asì que manda saludos para Eleonora, para Chichì y para Ronzani, va para el norte, de travesìa y aventura. Tomamos mates. Despuès nos vemos. Yo salì a caminar por esta Santiago que ya se levantò de la siesta. Esta ciudad està brilla. Yo no sè, quizàs es mi corazòn, mi alma los que hablan, pero yo veo una Argentina que brota. "Què paìs que tenemos". Yo veo los campos verdes, llenos de matas encrespadas que parecen lechugas -no sè que son- de un verde oscuro brillante, un verde màs para los indescriptibles que encontraba en Amèrica Cetral y con tanta dificultad y escasez de palabras para nombrarlos, lograba describir.
Desde que crucè la frontera, desde uno poco antes para ser sincera, desde que aquel desierto mustio se empezò a poner a naranja en Atacama, no hay paleta de pintor ni muestrario de pinturerìa que alcance para matizar los colores de nuestra Argentina y ademàs el llano. El llano anhelado. Vengo de sierras, montañas, casi todo el camino con un muro a mi costado, a mis espaldas o a esquivar en el frente, y ahora el horizonte infinito, ese que segùn Sylvia Iparraguirre -otra vez la convoco- nos permite galopar sin necesidad de llegar a ninguna parte sino solamente seguir cabalgando. Nada nos detiene.
Gracias a todos los que comparten esta travesìa conmigo. Todavìa falta un trecho que no puedo adjetivar ni grande ni pequeño porque en esta circunstancia en que me encuentro, es las dos cosas.
No sè dònde me toque parar cuando llegue a la ciudad madre, San Pedro, pero mi casa sigue rodando y la carpa es tan fiel compañera como la autita -balneario municipal? O algùn patio por ahì? O algùn techo?-. Anoche lloviò a chaparrones en Purmamarca, oì quejas de los vecinos, se les mojaban las cosas, a mì, en ese reducto que a simple vista no garantiza ser refugio seguro, no se me mojò nada. Dormì con el murmullo en el declive azul de las paredes livianas, abrigada, hasta que me despertó la mañana de los pájaros.
Hay fotos. Iràn todas juntas en pròxima presentaciòn. O veanlo con sus propios ojos. Es tan hermoso ser testigo en el camino. Yo no podìa imaginarme mi vida sin el viaje. Haber hecho este recorrido, lo que llevo hasta hoy, no lo cambio por haber hecho en estos meses ninguna otra cosa. Faltan menos de mil kilómetros hasta San Pedro, algunos màs hasta San Clemenchi. Me siento en casa. Què raro. A veces me dormìa con la necesidad de ir a mi casa y dudaba, me preguntaba "adònde queda". No sabìa. Mi casa es acá, aunque pase de visita, aunque no permanezca. Argentina es mi casa. Y por acà nos vemos.
Gracias por los consejos que me dejò anónimo acerca de rutas. Voy por la 34, la que pasa por Rafaela.
Gracias por los que esperan con vinitos, mmmm, tenga por ahì hepatlagina, mi hìgado vino mal de fàbrica.
Van abrazossssss a todossss, mañana comenzaràn a ser dados.
Estoy tan feliz.
Voy en la ruta y no dejo de repetir la frase cèlebre de Jorge, QUÈ PAÌS QUE TENEMOS!!!!! El norte argentino es tan precioso, es una gema en estado natural. El aire huele a palo santo. No pude dejar de parar varias veces hoy en el camino. La Quebrada de Humahuaca, Tucumàn, què lindo està el jardìn de la Repùblica, despuès Termas de Rìo Hondo. Calor que no claudica. Silencio de siesta. Chicharras. Susurro de hojas. Respiro.
Lleguè a Santiago y acampo, en el camping Las Casuarinas, rodeado de parques, árboles.
Hay tres carpas locas contando la mìa. Pasa un muchacho. Nos saludamos. Pregunta obligada "de dònde sos". Respuesta al unìsono "DE SAN PEDROOOOO!!!" No se puede creerrrrrrrrrrrrr. El muchacho se llama Leonel Lòpez Villanueva y estudiò saxo en el conservatorio, asì que manda saludos para Eleonora, para Chichì y para Ronzani, va para el norte, de travesìa y aventura. Tomamos mates. Despuès nos vemos. Yo salì a caminar por esta Santiago que ya se levantò de la siesta. Esta ciudad està brilla. Yo no sè, quizàs es mi corazòn, mi alma los que hablan, pero yo veo una Argentina que brota. "Què paìs que tenemos". Yo veo los campos verdes, llenos de matas encrespadas que parecen lechugas -no sè que son- de un verde oscuro brillante, un verde màs para los indescriptibles que encontraba en Amèrica Cetral y con tanta dificultad y escasez de palabras para nombrarlos, lograba describir.
Desde que crucè la frontera, desde uno poco antes para ser sincera, desde que aquel desierto mustio se empezò a poner a naranja en Atacama, no hay paleta de pintor ni muestrario de pinturerìa que alcance para matizar los colores de nuestra Argentina y ademàs el llano. El llano anhelado. Vengo de sierras, montañas, casi todo el camino con un muro a mi costado, a mis espaldas o a esquivar en el frente, y ahora el horizonte infinito, ese que segùn Sylvia Iparraguirre -otra vez la convoco- nos permite galopar sin necesidad de llegar a ninguna parte sino solamente seguir cabalgando. Nada nos detiene.
Gracias a todos los que comparten esta travesìa conmigo. Todavìa falta un trecho que no puedo adjetivar ni grande ni pequeño porque en esta circunstancia en que me encuentro, es las dos cosas.
No sè dònde me toque parar cuando llegue a la ciudad madre, San Pedro, pero mi casa sigue rodando y la carpa es tan fiel compañera como la autita -balneario municipal? O algùn patio por ahì? O algùn techo?-. Anoche lloviò a chaparrones en Purmamarca, oì quejas de los vecinos, se les mojaban las cosas, a mì, en ese reducto que a simple vista no garantiza ser refugio seguro, no se me mojò nada. Dormì con el murmullo en el declive azul de las paredes livianas, abrigada, hasta que me despertó la mañana de los pájaros.
Hay fotos. Iràn todas juntas en pròxima presentaciòn. O veanlo con sus propios ojos. Es tan hermoso ser testigo en el camino. Yo no podìa imaginarme mi vida sin el viaje. Haber hecho este recorrido, lo que llevo hasta hoy, no lo cambio por haber hecho en estos meses ninguna otra cosa. Faltan menos de mil kilómetros hasta San Pedro, algunos màs hasta San Clemenchi. Me siento en casa. Què raro. A veces me dormìa con la necesidad de ir a mi casa y dudaba, me preguntaba "adònde queda". No sabìa. Mi casa es acá, aunque pase de visita, aunque no permanezca. Argentina es mi casa. Y por acà nos vemos.
Gracias por los consejos que me dejò anónimo acerca de rutas. Voy por la 34, la que pasa por Rafaela.
Gracias por los que esperan con vinitos, mmmm, tenga por ahì hepatlagina, mi hìgado vino mal de fàbrica.
Van abrazossssss a todossss, mañana comenzaràn a ser dados.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Purmamarca-ARGENTINAAAAAAAAAAAAAAA - 10 de febrero
Con una emoción que ustedes no pueden ni imaginarse llegué a nuestra Argentina, apasionada, cara dura, intrépida, controvertida, peleadora y tan querida! Cuando vi la bandera, ahí, ondeando en el mástil como haciendo un zarandeo de zamba, distraídamente, el cartel de BIENVENIDOS A ARGENTINA, apreté el timón y me puse a llorar. Y después a reirme y después en el camino, a carcajadas.
No me pasée mucho por Chile. El paisaje del norte chileno continúa la monotonía del largo desierto peruano. Ayer salí de Perú, llegué a Chile, dormí en Chile, hoy estoy en Argentina, hice uns cuantos más de mil kilómetros en el tramo, ya superamos los 15mil desde el inicio de la travesía en Guanajuato.
Salida de Perú, de Monquegua, cruce de la frontera Tacna-Arica. En la migra peruana siempre se exige un papelito más que en cualquier otra frontera, un trámite más, pero nada hay de complicado y detallista como la autoridad chilena. Son insoportables en ese aspecto. En el camino entre Arica y el paso de Jama, tuve 4 controles de aduana. El peor fue el primero, entrando a penas a Chile porque además de revisar todo el auto, hay que bajar todos y cada uno de los bultos y pasarlos por un scanner. Con el desparramo que a esta altura del partido yo tengo en el auto, esto me llevó un rato largo, ya que hay muchas cosas fuera de lugar.
Hubo un momento triste, el de tener que dejar al duende del árbol que viajaba en la puerta derecha. El duende del árbol que vivió en una maceta en mi oficina de Don Quijote durante añossss, que viajó conmigo hasta que una chilena con autoridad, demostrando todo su poder sobre nosotros inofensivos pero fuertes, dijo "esto no pasa". Para casi cualquiera era un palito de mierda, pero no para nosotros. Fue feo dejarlo ahí, pero acepto que quizás, tenga otra misión que cumplir ahora que yo, casi voy alcanzando esta meta.
Después de eso, iguiendo con el trámite, hay que llevar el auto a una playa donde lo pasan por un scaner, le hace una especie de tomografía, a ver si adolece de cocaína, fusiles, o más duendes ocultos.
Salí como tres horas después de la frontera con Chile y arranqué para Arica. Tuve que entrar a esta ciudad a cambiar dinero, en la frontera no había cambistas y además necesitaba cargar gasolina. Lo llené y con ese tanque hice todo el tramo hasta Calama, como 800 km. Gasolina de 95 en Chile 623 pesos chilenos.
Cabe aclarar, al margen, que a pesar de lo complicado, tedioso y cargoso que suele ser cruce de frontera Perú-Chile, gente hincha pelotas, todos los peruanos y chilenos, sin excepción, que encontré en lo cotidiano y con los que charlé un poquito, me cayero re amables.
Después de conseguir pesos chilenos, ayer, un dólar es 545 pesos chilenos, salí hacia Iquique para llegar a los cerros Pintados, pero no me gustaron, no me gustó el lugar para quedarme ahí, así que seguí. Hay poco y nada en la ruta. No hay ni una gasolinera, en Chile le dicen grifos, ni un hostal, ni casi ningún lugar para comprar comida. Pensé en dormir en Quillagua, que marca un pueblito en el mapa. En Quillagua, oh sorpresa, hay otra oficina de aduana pero ni pueblo ni hotel. Unos muchachos me aconsejaron seguir hasta Calama, eran las 9 de la noche. Descubrí que manejar de noche, si la ruta está buena, es muy lindo. Dos horas más a Calama, a las 11 pm, el simpático viejito, Eugenio, me abrió la puerta del hostal y no demoró ni dos minutos para calentar el agua y como dijo él, tomar unos matecitos, aunque después, amargo, no le gustó.
Esta mañana di una vuelta por Calama y antes de salir de Chile pasé dos controles más de aduana, más breves, sin scaner.
A Argentina!!!!! Todo bien con los papeles, con visualización del vehículo pero sin bajar las cosas, tengo el permiso para estar tres meses con el auto en Argentina y ver mientras tanto cómo funciona la ley para ver si se puede quedar y seguir siendo funcional a alguien que lo necesite, pero ya. La autita va cumpliendo su cometido. Estoy en un camping en Purmamarca, la ciudad está re linda, la plaza colorida, el mercado, y ya con la carpa en pie, en un revoltijode más de 20 carpas, casi todos argentinos, charlando, parloteando, tomando mates con los paisanos y con una felicidad que no me cabe en el cuerpo.
No puedo subir fotos porque me cambiaron las patitas de los enchufes, así que me reservo la batería que me queda hasta que consiga un adaptador.
Todo cambió de golpe, venía con una especie de abatimiento arenoso, si bien el mar y la música, vengo gastando a Soledad Bravo, me la canto -grito, vocifero- en las más de 300 canciones que me grabó mi Rau. Pero todo cambió, de golpe el paisaje se pintó de colores, las vicuñas de Coquena corren por los campos de pastizales bajos y aunque escasos, verdes, los cerros se tiñen de celestes, rojos, temibles violetas, los cactus llegan hasta el cielo, las nubes son rebaños y el aire que se filtra por la ventanilla toca una música de ocarina.
Estoy contenta. Falta un tramo, varios tramos hasta SanClemenchi.
El viernes, con este brisa que canta y acompaña mientras yo también canto, llegaré a San Pedro, primer tramo.
No me pasée mucho por Chile. El paisaje del norte chileno continúa la monotonía del largo desierto peruano. Ayer salí de Perú, llegué a Chile, dormí en Chile, hoy estoy en Argentina, hice uns cuantos más de mil kilómetros en el tramo, ya superamos los 15mil desde el inicio de la travesía en Guanajuato.
Salida de Perú, de Monquegua, cruce de la frontera Tacna-Arica. En la migra peruana siempre se exige un papelito más que en cualquier otra frontera, un trámite más, pero nada hay de complicado y detallista como la autoridad chilena. Son insoportables en ese aspecto. En el camino entre Arica y el paso de Jama, tuve 4 controles de aduana. El peor fue el primero, entrando a penas a Chile porque además de revisar todo el auto, hay que bajar todos y cada uno de los bultos y pasarlos por un scanner. Con el desparramo que a esta altura del partido yo tengo en el auto, esto me llevó un rato largo, ya que hay muchas cosas fuera de lugar.
Hubo un momento triste, el de tener que dejar al duende del árbol que viajaba en la puerta derecha. El duende del árbol que vivió en una maceta en mi oficina de Don Quijote durante añossss, que viajó conmigo hasta que una chilena con autoridad, demostrando todo su poder sobre nosotros inofensivos pero fuertes, dijo "esto no pasa". Para casi cualquiera era un palito de mierda, pero no para nosotros. Fue feo dejarlo ahí, pero acepto que quizás, tenga otra misión que cumplir ahora que yo, casi voy alcanzando esta meta.
Después de eso, iguiendo con el trámite, hay que llevar el auto a una playa donde lo pasan por un scaner, le hace una especie de tomografía, a ver si adolece de cocaína, fusiles, o más duendes ocultos.
Salí como tres horas después de la frontera con Chile y arranqué para Arica. Tuve que entrar a esta ciudad a cambiar dinero, en la frontera no había cambistas y además necesitaba cargar gasolina. Lo llené y con ese tanque hice todo el tramo hasta Calama, como 800 km. Gasolina de 95 en Chile 623 pesos chilenos.
Cabe aclarar, al margen, que a pesar de lo complicado, tedioso y cargoso que suele ser cruce de frontera Perú-Chile, gente hincha pelotas, todos los peruanos y chilenos, sin excepción, que encontré en lo cotidiano y con los que charlé un poquito, me cayero re amables.
Después de conseguir pesos chilenos, ayer, un dólar es 545 pesos chilenos, salí hacia Iquique para llegar a los cerros Pintados, pero no me gustaron, no me gustó el lugar para quedarme ahí, así que seguí. Hay poco y nada en la ruta. No hay ni una gasolinera, en Chile le dicen grifos, ni un hostal, ni casi ningún lugar para comprar comida. Pensé en dormir en Quillagua, que marca un pueblito en el mapa. En Quillagua, oh sorpresa, hay otra oficina de aduana pero ni pueblo ni hotel. Unos muchachos me aconsejaron seguir hasta Calama, eran las 9 de la noche. Descubrí que manejar de noche, si la ruta está buena, es muy lindo. Dos horas más a Calama, a las 11 pm, el simpático viejito, Eugenio, me abrió la puerta del hostal y no demoró ni dos minutos para calentar el agua y como dijo él, tomar unos matecitos, aunque después, amargo, no le gustó.
Esta mañana di una vuelta por Calama y antes de salir de Chile pasé dos controles más de aduana, más breves, sin scaner.
A Argentina!!!!! Todo bien con los papeles, con visualización del vehículo pero sin bajar las cosas, tengo el permiso para estar tres meses con el auto en Argentina y ver mientras tanto cómo funciona la ley para ver si se puede quedar y seguir siendo funcional a alguien que lo necesite, pero ya. La autita va cumpliendo su cometido. Estoy en un camping en Purmamarca, la ciudad está re linda, la plaza colorida, el mercado, y ya con la carpa en pie, en un revoltijode más de 20 carpas, casi todos argentinos, charlando, parloteando, tomando mates con los paisanos y con una felicidad que no me cabe en el cuerpo.
No puedo subir fotos porque me cambiaron las patitas de los enchufes, así que me reservo la batería que me queda hasta que consiga un adaptador.
Todo cambió de golpe, venía con una especie de abatimiento arenoso, si bien el mar y la música, vengo gastando a Soledad Bravo, me la canto -grito, vocifero- en las más de 300 canciones que me grabó mi Rau. Pero todo cambió, de golpe el paisaje se pintó de colores, las vicuñas de Coquena corren por los campos de pastizales bajos y aunque escasos, verdes, los cerros se tiñen de celestes, rojos, temibles violetas, los cactus llegan hasta el cielo, las nubes son rebaños y el aire que se filtra por la ventanilla toca una música de ocarina.
Estoy contenta. Falta un tramo, varios tramos hasta SanClemenchi.
El viernes, con este brisa que canta y acompaña mientras yo también canto, llegaré a San Pedro, primer tramo.
lunes, 8 de febrero de 2010
Moquegua-Perú - 8/9 de febrero
SÌÌÌÌ AHÌ ESTÀÀÀÀ!! Algunas fotos del camino arduo de ayer, también hay precipicios de acantilados sobre el mar. Había olvidado mencionarlo entre tanta secuencia ininterrumpida de fenòmenos y accidentes geogràficos. Fotitos de Moquegua, después habrá más. Salgo pa' Chile. Calculo que dormirè por los Cerros Pintados, alrededores de Iquique. Hay camping por ahì, pero no sè si habrà internet.
Ruta brava. Lo de hoy no tiene recedentes en mi experiencia personal. Tampoco me esperba algo así. Tormenta de arena. Un viento infernal. La autita que se sacudìa. La ruta que desaparecìa debajo de pequeños médanos. Màquinas topadoras que trataban de destapar la ruta. La ruta està bien, salvo un tramo lleno de putos pozos. El paisaje cambiaba segùn el capricho del viento, era una ronda de mèdanos enloquecidos. Recordè un cuento de Silvia Iparrguirre que habla al respecto. LO VIVÍ! Pero en el auto y no de vacaciones. El mar estaba de luto, sobre las aguas se pintaba a lo largo del horizonte un brazalete negro, huracanado, era ese viento enardecido, enojado o feliz y gritón. Tengo fotos, pero no puedo descargarlas. No se veía nada, era un revuelo, de a ratos se calmaba, abría un poquito la ventanilla y enseguida tenìa que volver a cerrar. Cuando se acababa la arenada, se venìa la niebla, cuando se acababa la niebla habìa derrumbes, despuès se me vino la noche encima, con niebla, curvas y derrumbes invisibles y una luz roja en el tablero GASOLINAAAAA!!!! No hay gasolineras en la larga ruta del desierto costeño peruano. Hay muy pocas y venden cualquier verdura màs que vender gasolina.
Algunas gasolineras en las ciudades aceptan dòlares y tarjetas de crèditos. Estas de la ruta, ademàs de muy esporàdicas, no tienen nada que aceptar y casi nada que ofrecer, casi no hay mercaditos en las estaciones de servicio, ni cafè ni nada. A aprontarlas vituallas compañeros, todas las vituallas.
Llegué regulando, de noche, y pretando el que-te-jedi, pero llegué, sana, salva, medio áspera... estoy en el Hostal de Los Limoneros, que huele a jazmines y azahares por supuesto, es una casona grandísima, pintada de azul, llena de jardines, el auto adentro, al lado del jardìn. Tòdavía me queda arena hasta en las orejas, juájuájuá, pero esta no es producto de le algarabía y explosión inmobiliaria de San Pedro. Arena de este desierto que no tiene nada que envidiarle al Sahara ni al Wadi Rum, esto no se acaba?? Es inmenso, kilómetros y kilómetros, una superficie incalculable y menos calculable hoy que se desparramò todo.
Además de esta tarea de conductora que asì y todo como la cuento y no la puedo mostrar, me permitió cebarme yo solita un par de par de mates, hoy salì màs tarde. Al hostal de Nazca llegron dos chicas argentina, mìsticas y artistas, una de ellas es maestra de danzas africanas en el Centro Cultural Rojas y conoce a Rosaura Garcìa, la otra es es alumna de danzas, nos tomamos dos termos de mates con la charla desde las 6 de la mañana y hasta las 9 en que partí màs al sur`, ellas irán al norte, en micros, a dedo... hasta Mèxico quieren llegar.
Esta ciudad, Moquegua, està a 160 kilòmetros de Tacna, Tacna frontera con Arica, Chile.
Ya estuve husmeando, el centro es colonial y pintoreco y en el husmear olí algo que me està llamando el apetito engañado hoy con galletitas, asì que hasta pronto compañeros de utopías y de otras cosas también, bon apetit!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)